Soy Alejandra Araya y tuve cáncer de mama el 2014, con un tratamiento de 6 meses de quimio y radioterapia. Cuando ya estaba recuperando fuerzas, trabajo y mi pelo, mi hijo mayor de 15 años para ese entonces (junio 2015) le diagnosticaron cáncer. Un Sarcoma de Ewing grado 4.Terrible!! mi hijo ya manejaba información al respecto, es inteligente y se da cuenta que cáncer es igual a muerte en vida.

Pero como partió?
Jugando futbol, se rompió la tercera costilla. Tuvo un gran hematoma…y después de urgencia en UC, controles varios con pediatras, neurólogos (pensando que era algo psicológico.)
Ya cuando como padres desesperados logramos contactar a la traumatóloga infantil y le pidió exámenes….
Era domingo y mi esposo aparece en el umbral de la cocina, me mira mientras lavaba la loza y dice…”llamo la doctora y el lunes tenemos que hablar con la doctora Salovera, cirujana de tórax…que no los asustáramos dijo”. Para mí fue esa misma sensación de vivir y recorrer todo esta prueba de sobrevivencia, lo peor que ahora tenía que acompañar, cuidar y animar a mi hijo.

Que estaba muy asustado y como un bebé grande se refugió en su madre, en seguir y hacer la misma receta, para sobrevivir.
Se sometió a 6 meses de quimio, todas con hospitalización, estuvo con neutropenia, tuvo trasfusión de sangre…se le extrajo tumor ya necrótico y muerto.
Pero también tuvo un agresivo Herpes.

Todos los tratamientos de cáncer son distintos, te cambia toda tu vida…a todos. La quimio suministrada al paciente es a todo el clan familiar, se vive solo para acompañar a tu hijo o hermano.
Es un viaje inconsciente donde tú no sabes que pasará…es vivir en la incertidumbre.
El 2016 en Mayo vuelve a clase con controles. En Noviembre tuvo una recaída, es decir creció otro nódulo, aún estamos buscando su sanación total.

La fe ,la juventud y por sobretodo su actitud hacen pensar y creer al 100%que será otro sobreviviente.
Qué lecciones hemos ganado..muuchas.
Me gustaría sentir que al gobierno…cualquiera…le importamos, que le damos pena…si eso pena…porque podremos ser madres, luchadoras y trabajadoras…pero es una cruz muy pesada este dolor de ver cargar a un hijo con esta enfermedad.
Espero que mi experiencia te sirva.

Alejandra Araya mamá de Sebastián Silva, Sarcoma de Ewing.