Febrero 2016, volvíamos de unas preciosas vacaciones familiares, a sus 2 años y 6 meses Mateo aprendió a nadar. Al llegar a casa comenzó con molestias al caminar y con estado febril. Nunca imaginamos la noticia que recibiríamos después de muchas consultas médicas. Nuestro pequeño Mateo fue diagnosticado de un Neuroblastoma etapa 4 con metástasis en la médula ósea (CÁNCER) uno de los más agresivos y con menos posibilidades de vida. Desde ahí ha sido una dura lucha por ganarle a esta enfermedad, nuestra familia y nuevos amigos se han unido para apoyar a Mateo. Después de días con intensos dolores, de tener una vida normal con nuestra familia se ha convertido la clínica en nuestro pequeño hogar. Gracias a Dios volvió a caminar y sonreír. Hemos aprendido a vivir el día a día, EL AHORA y disfrutar de nuestros hijos. Mateo está con nosotros y nos está dando una segunda oportunidad.
Testimonio de Andrea Álvarez, madre de Mateo Monsalves, Santiago.