Eduardo tenía 2 años y medio. Estaba recién empezando a ir al jardín y era un niño muy, pero muy feliz. Lo que mas impactaba de él era su agilidad y energía, además de su humor genial que lo acompañó siempre.

Pero un día vimos que se le desvió un ojo y de inmediato supe que era algo grave. Luego de llevarlo al doctor supimos que tenía un tumor cerebral del tamaño de casi la mitad de su cabeza, y que era de los peores.

Eduardo tuvo 4 cirugías, 6 meses de quimios y logró erradicar el tumor a pesar de todas las dificultades que tuvimos (aplasia medular, trasplante de médula, etc…), pero lamentablemente recayó y no hubo más que hacer.

Ahora es un angelito que nos mira y cuida desde arriba.

Testimonio de Ignacia Patillo mamá de Eduardo Grez.