Victoria, nació en 01 de Abril 2014, después de haberla buscado con Mauricio mi marido por 5 años y debimos someternos a muchos tratamientos de inseminación artificial, que finalmente Dios nos la entregó como un regalo.

En Noviembre del 2015 comenzó con fiebre, dolor abdominal y diarrea fulminante, que debimos trasladarnos desde Curicó en forma urgente para que pudieran atenderla en una clínica de Santiago, sin embargo, la tuvieron 3 días hospitalizadas sin diagnóstico, nos dijeron que era un cuadro viral, nos dieron de alta. Nuestra hija siguió con mucho dolor abdominal, lo cual nos llevó a consultar a un Pediatra de Curicó, quien nos mandó de urgencia nuevamente a Santiago para que pudieran hacerle una ecografía abdominal, así lo hicimos y el resultado que arrojó no fue alentador. El Radiólogo nos informa que hay un tumor de 10 centímetros alojado en su riñón izquierdo y que es cancerígeno. No podíamos creerlo, cómo un tumor de esa magnitud estaba alojado en un cuerpito tan pequeño y como nuestra hija había resistido todo ese tiempo ese gran dolor.

No sabíamos qué hacer, pero Dios es tan grande que pone a las personas precisas en el momento indicado.  De ahí empezó nuestro caminar entre Operaciones de urgencia para poder extirpar el tumor porque el cáncer estaba en etapa II y seguida por las 18 sesiones de quimioterapias, que creemos que eso es lo más duro. Hoy nuestra hija se encuentra estable y con seguimiento gracias al gran equipo médico que pudo atenderla. Pensamos que si fue un regalo de Dios, él quiere que la mantengamos a nuestro lado para enseñarnos que debemos ser agradecidos y ser generosos en esta vida.

Testimonio de Ingrid Pérez y Mauricio Palma, Papás de Victoria