Me llamo Paola, soy mamá de Laurita.

Laurita tenía 1 añito y 11 meses…siempre había sido una niña muy sana, nunca enfermaba. Hasta que comenzó con mucha diarrea y fiebre, típico de una infección estomacal. Le realizaron exámenes y todo estaba bien.

Dos semanas después comenzó la fiebre de nuevo junto con problemas para caminar y dolor en sus caderitas y piernas.

Somos de Chillán.

estuvimos un par de días hospitalizadas en Concepción

y luego nos trasladamos al hospital de la Católica, Santiago. Ahí comenzó todo mi dolor y angustia.

Laurita presentaba un tumor llamado Neuroblastoma ubicado en el mediastino (detrás de su corazoncito) no era operable.

Teníamos un 50% de probabilidades de que todo resultará bien y nos aferramos a esa posibilidad.

Estuvimos seis meses hospitalizadas de los cuales en ningún momento nos pudimos ir a casa de alta, fueron seis meses muy intensos y dolorosos, las quimioterapias le provocaron muchos efectos adversos, a pesar de eso mi Laurita siempre mantuvo con energías para poder salir a recorrer los pasillos y jugar, esos seis meses la clínica fue nuestro hogar.

Con las quimioterapias su tumor se redujo un 90% y el cáncer iba en remisión, todos estábamos muy esperanzados con el resultado, pero faltaban dos quimioterapias intensificadas trasplante autólogo (con células madre de ella misma).

En la segunda intensificada mi Laurita se contagió con una bacteria y se llevó a mi pequeña para siempre…

Mi niña…mi amada Laurita…una gran guerrera. El gran amor de mi vida.

“La nostalgia es el amor que perdura”.

Testimonio de Paola Polanco, mamá de Laurita.